“Hay algo especial en este sector del Valle del Maule”, afirman sus dueños. “Creo que esta zona tiene un microclima especial, algo se forma entre el cerro, la laguna y el viento. Se dan cosas que no corresponden a la zona, como el hecho de que nunca hayamos tenido una helada. Es un sector mas cálido, pero a la vez fresco, no hay temperaturas ni muy altas ni muy bajas”, dice Ugarte. Gabriel también cree en este microclima: “los cerros ayudan a formar estos vallecitos donde corre un viento que ayuda a regular la temperatura”. Además, como las parras están plantadas tanto en laderas de cerro como en el plano, reciben no solo la influencia climática, sino también distintas exposiciones al sol. Además están en distintos tipos de suelos, factor que influye en la calidad del vino final.